Combatir la escasez de agua como si fuera una guerra

Eso dice el comandante David J. Stuckenberg.

El comandante Stuckenberg es estudiante de doctorado de estudios de defensa en el King’s College de Londres y estratega de política y defensa en las Fuerzas Aéreas de EE. UU. También es «un activo emprendedor social y empresarial, y cofundador y director de operaciones de una start-up global, Genesis Systems, que se dedica a desarrollar tecnologías de vanguardia para el agua», según su perfil del King’s College de Londres. Simplemente se le olvidó mencionarlo en su artículo La escasez de agua: el riesgo más infravalorado de la seguridad mundial. De todas formas, él mismo confirma que los puntos de vista y las opiniones expresadas en el artículo pertenecen exclusivamente a sus autores y no reflejan necesariamente las opiniones o posiciones de las Fuerzas Aéreas de EE. UU., el Departamento de Defensa ni los Estados Unidos de América.

Ahora mismo, los medios de comunicación nos quieren hacer creer que estamos en guerra con un virus. The Conversation deja claro que las metáforas bélicas utilizadas para la COVID-19 resultan convincentes pero también son peligrosas. Y lo mismo se podría decir en relación con el agua.

No estábamos suficientemente preparados para una pandemia,  ni tampoco para la escasez de agua. Quizá lo que deberíamos hacer es prepararnos para la guerra con el fin de evitarlas,

e implantar sistemas de alerta temprana (los loggers de presión/caudal de i2O y el servicio de software de monitoreo de redes iNet) y sistemas que nos permitan adoptar medidas rápidamente cuando sea necesario (la gestión avanzada de la presión de i2O).

Hay que luchar contra la escasez de agua como lo que es, una amenaza, y no como una guerra.