El agua es un derecho humano

Y los derechos comportan obligaciones.

El derecho al agua y al saneamiento, el principio que reconoce que el agua potable y el saneamiento son esenciales para la vida de toda persona, fue reconocido como un derecho humano por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 28 de julio de 2010, es decir, muy recientemente.

La definición más clara del derecho humano al agua fue publicada por el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas en la Observación General 15 redactada en 2002, y afirma que «el derecho humano al agua es el derecho de todos a disponer de agua suficiente, salubre, aceptable, accesible y asequible para el uso personal y doméstico». En aquel momento, se trataba de una interpretación no vinculante de que el acceso al agua era una condición para el disfrute del derecho a un nivel de vida adecuado, intrínsecamente relacionado con el derecho al más alto nivel posible de salud y, por tanto, un derecho humano.

Según la CNN, los dos mayores embalses de California —el lago Shasta y el lago Oroville— tienen un nivel bajo y la estación seca no ha hecho más que empezar. El lago Shasta está al 40 % de su capacidad total, la más baja que ha tenido en esta época del año desde que se tienen registros (1977). El lago Oroville está al 55 % de su capacidad.

Proveen a una zona de California que tiene la mayor parte de la agricultura y del desarrollo energético del estado. El año pasado, Oroville llegó a estar a un 24 % de su capacidad total. Esto provocó el cierre de una central hidroeléctrica por primera vez desde su apertura en 1967, en cuanto el nivel del agua del lago dejó al descubierto las tuberías de entrada de la central.

En la actualidad, se está instando a las agencias del agua a que establezcan restricciones obligatorias al consumo con el fin de mantener el suministro durante el verano y el otoño. Varios organismos gubernamentales están tomando medidas sin precedentes para proteger el salmón rosado de invierno, en peligro de extinción.

Sin embargo, todavía no se habla de la obligación de las compañías del agua de reducir las fugas en sus redes de distribución, un factor probablemente tan importante como las restricciones al consumo y los peces.

 

Foto de Joe Brusky bajo Licencia Creative Commons.