¿Los contadores inteligentes salvarán el mundo?

Muy probablemente, no.

Do not fit a smart water meter

Pero tampoco lo destruirán. «Quieren que todo vaya por vía inalámbrica para captar las conversaciones a una distancia del contador de diez metros o más… y bombardearnos con más radiación e interferir, y cuando no onterfiera [sic], captar los datos inalámbricos de los dispositivos inalámbricos de la gente y quedarse con la información». Esto es lo que escribió un individuo en un correo electrónico enviado a la comisión de Kentucky sobre el despliegue de los contadores inteligentes. Lo más probable es que vaya con la cabeza, y también el contador, envueltos con papel de aluminio.

En el extremo opuesto, es tentador otorgar a los contadores inteligentes toda una serie de ventajas milagrosas.

«Contadores de agua inteligentes para minimizar la crisis del agua en plena pandemia en la India» es el titular de una noticia que apareció recientemente en la revista BW SmartCities. A los contadores inteligentes se les atribuyen varias ventajas:

  • Información sobre el consumo real
  • Detección temprana de fugas
  • Gestión de pérdidas de agua
  • Posibilidad de que los ciudadanos establezcan objetivos de ahorro
  • Reducción del costo de la lectura de los contadores

Uno de los argumentos para el despliegue de los contadores de la luz inteligentes fue que el consumo energético se iba a reducir de forma importante. Pero esto no se ha cumplido (tal como como vaticinaron algunos). Según un estudio, menos de la mitad de los usuarios que instalaron un contador por decisión propia o por recomendación de un familiar o amigo pensaban que habían reducido su consumo energético. Un 25 % de los usuarios convencidos por su compañía energética creían que consumían menos. Pero el resto consumían lo mismo o más. El consumo energético doméstico en el Reino Unido en los últimos cinco años no ha sufrido ningún cambio importante, teniendo en cuenta, además, que se utilizan bombillas y electrodomésticos más eficientes.

En el Reino Unido, el uso de contadores en el sector del agua —y ya no digamos de contadores inteligentes— es muy inferior al que se pueda pensar, y se sitúa en un 50 % aproximadamente. Sin embargo, el consumo y las fugas se calculan con bastante exactitud, y se utiliza el muestreo para obtener información sobre el consumo real.

La principal ventaja que ofrecen los contadores inteligentes es una facturación exacta, puntual y con un costo inferior. Cualquier otro beneficio que se obtenga es un plus, pero no hay que contar con ello.