La nube como solución

El confinamiento ha demostrado el valor de la computación en la nube.

La primera ventaja fundamental de la nube es que permite acceder a los servicios desde cualquier dispositivo móvil conectado.  No se necesita el «ordenador del trabajo».

La segunda ventaja es la continuidad del negocio.  La empresa no depende de que los empleados acudan físicamente a uno o más centros de datos en un determinado lugar o país.  Todo lo que afecta a un gran porcentaje de la población de un lugar supone un riesgo muy elevado para la continuidad del negocio.

La tercera ventaja es la facilidad para dimensionar el negocio.  Dimensionar un negocio en la nube resulta mucho más rápido, fácil y económico.  Porque si de repente se necesita mucha más capacidad, la nube te la da al instante.

Sin embargo, el servicio debe ser tan seguro que nadie lo pueda poner en cuestión.

Previsiblemente, el confinamiento aumentará la adopción de la computación en la nube con un crecimiento interanual del 12,5 %, hasta alcanzar los 295 000 millones de dólares en 2021.

Una vez que se acabe el confinamiento, todo apunta a que muchas personas seguirán trabajando desde casa mucho más que antes, porque todavía no habrá una vacuna y porque esta forma de trabajar tiene visos de convertirse una tendencia a largo plazo.

Todas las soluciones de i2O están disponibles como servicios en la nube y nuestro alto nivel de seguridad ha sido confirmado en las últimas semanas por ensayos de penetración independientes.  La pandemia mundial ha demostrado las ventajas de confiar en todo lo que ofrecemos a nuestros clientes.

Y en ello la nube juega un papel esencial.