Los condados de Cook y Marin (EE. UU.) no son los únicos

La Organización Meteorológica Mundial, una agencia de Naciones Unidas, ha advertido de una «inminente crisis del agua».

En un artículo publicado en el portal Greenfield Reporter, Lee Hamilton señala que esto sucederá tanto en Estados Unidos como en otras partes del mundo.

No se trata de una alerta temprana cualquiera que pueda pasarse por alto.

Según Bloomberg, el condado de Marin, «uno de los condados más ricos de California», podría quedarse sin agua el próximo verano.

El artículo destaca que las inversiones de los últimos cien años se han destinado a ampliar la oferta en lugar de ahorrar agua y gestionar la demanda. Cabría añadir que tampoco se han solucionado las fugas.

Pero ni siquiera es una advertencia sobre el próximo año,  sino sobre lo que ya está ocurriendo.

Hace más de una semana que los residentes de Dixmoor, en el Condado de Cook (Illinois, EE. UU.), no tienen un suministro de agua fiable. El problema no es aislado. «Esto no es solo un problema de Dixmoor. Se trata de un problema que afecta a todos los barrios de la zona sur», afirma Deborah Sims, comisionada del condado de Cook. «Robbins tiene un problema, Ford Heights tiene un problema. Los vecinos se preguntan por qué en estos barrios se paga tanto por el agua. El motivo de que la factura sea tan alta es que el agua se filtra al suelo».

Intentar arreglar estos problemas mejorando el suministro o regulando el uso del agua y los electrodomésticos no sirve de nada. Evidentemente, son medidas necesarias, pero con efectos a largo plazo. Exigir a los usuarios que reduzcan el consumo, cuando ven que todas estas molestias son consecuencia de la falta de inversiones, hace que se sientan defraudados.

Estas son las medidas que se deben tomar:

  1. Determinar las causas de las fugas (sobrepresión y transientes) y corregirlas.
  2. Detectar las fugas y fallas rápidamente en toda la red y repararlas de forma económica.
  3. Concentrar la inversión en las partes de la red más propensas a sufrir fugas y fallas.

Y todo esto debería ir acompañado de requisitos reglamentarios a través de la revisión de tarifas en caso necesario.

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